Una de las áreas críticas del desarrollo digital es la educación, específicamente el acceso de los estudiantes a las TIC y la capacitación de los profesores, para crear desde el principio generaciones alfabetizadas digitalmente y contribuir así a un temprano cierre de la brecha digital. Esto es, la diferencia entre las personas que conocen, acceden y utilizan la tecnología y las que están excluidas de ese mundo.
Parte importante de esta tarea la han asumido en conjunto el proyecto Enlaces y los portales Educarchile y Biblioredes. El primero proveyendo infraestructura a las escuelas, y los segundos, ocupándose de poner en la red contenidos ciudadanos y de los programas educativos chilenos.
Enlaces ya ha dotado de tecnología a más de 9.900 escuelas y liceos, y capacitado a más de 100 mil profesores de establecimientos subvencionados. En este momento la entidad apunta al proyecto “Enlaces al Bicentenario”, cuya meta para 2010 es instalar 220 mil computadores más para lograr una tasa de 10 alumnos por PC.
Sin embargo, la brecha no se cierra sólo con más aparatos, también hay que aprovecharlos para poner a mano los contenidos educativos, como lo explica José Weinstein, Director Ejecutivo de Educarchile. “Lo que existía en Chile eran establecimientos con computadores y profesores capacitados con Internet, pero esos profesores se encontraban con que en Internet no había contenidos con qué trabajar, y de eso nos encargamos nosotros”.
Didier de Saint Pierre Sarrut, director de Enlaces, también da importancia al uso de la tecnología que se hace accesible. Afirma que hay que pasar de llevar la tecnología a las escuelas y enseñar un uso simple de ellas, a motivar su uso sofisticado para lograr una nueva forma de educar: “Debe haber una reingeniería del proceso de aprendizaje. Un uso simple sería hacer una clase usando PowerPoint. Un uso sofisticado tiene que ver con una reflexión profunda, con preguntarse cómo hacer una clase distinta aprovechando las capacidades multimedia de hoy en día, como simuladores, palms y pizarras interactivas”.
¿Bastan estas iniciativas para cerrar la brecha digital en educación? Weinstein opina que no, pero no por falta de esfuerzos: “Siempre se están creando nuevas brechas, que se generan por el dinamismo de las tecnologías. Antes eran los que tenían PC versus los que no tenían, luego los que tenían Internet versus los que no... Chile ha hecho un esfuerzo extraordinario para que la brecha sea menor que en otros países”. En esto coincide de Saint Pierre Sarrut: “La brecha no se va a cerrar nunca. Lo que uno puede hacer es disminuirla. Cuando uno cierra una brecha, aparece otra, más sofisticada. Antes era de acceso a la tecnología, luego es de uso, cómo le saco provecho. (...) Por eso no hay que dormirse en los laureles y hay que seguir tratando de nivelar las brechas cada vez más sofisticadas que se van creando”.
Parte importante de esta tarea la han asumido en conjunto el proyecto Enlaces y los portales Educarchile y Biblioredes. El primero proveyendo infraestructura a las escuelas, y los segundos, ocupándose de poner en la red contenidos ciudadanos y de los programas educativos chilenos.
Enlaces ya ha dotado de tecnología a más de 9.900 escuelas y liceos, y capacitado a más de 100 mil profesores de establecimientos subvencionados. En este momento la entidad apunta al proyecto “Enlaces al Bicentenario”, cuya meta para 2010 es instalar 220 mil computadores más para lograr una tasa de 10 alumnos por PC.
Sin embargo, la brecha no se cierra sólo con más aparatos, también hay que aprovecharlos para poner a mano los contenidos educativos, como lo explica José Weinstein, Director Ejecutivo de Educarchile. “Lo que existía en Chile eran establecimientos con computadores y profesores capacitados con Internet, pero esos profesores se encontraban con que en Internet no había contenidos con qué trabajar, y de eso nos encargamos nosotros”.
Didier de Saint Pierre Sarrut, director de Enlaces, también da importancia al uso de la tecnología que se hace accesible. Afirma que hay que pasar de llevar la tecnología a las escuelas y enseñar un uso simple de ellas, a motivar su uso sofisticado para lograr una nueva forma de educar: “Debe haber una reingeniería del proceso de aprendizaje. Un uso simple sería hacer una clase usando PowerPoint. Un uso sofisticado tiene que ver con una reflexión profunda, con preguntarse cómo hacer una clase distinta aprovechando las capacidades multimedia de hoy en día, como simuladores, palms y pizarras interactivas”.
¿Bastan estas iniciativas para cerrar la brecha digital en educación? Weinstein opina que no, pero no por falta de esfuerzos: “Siempre se están creando nuevas brechas, que se generan por el dinamismo de las tecnologías. Antes eran los que tenían PC versus los que no tenían, luego los que tenían Internet versus los que no... Chile ha hecho un esfuerzo extraordinario para que la brecha sea menor que en otros países”. En esto coincide de Saint Pierre Sarrut: “La brecha no se va a cerrar nunca. Lo que uno puede hacer es disminuirla. Cuando uno cierra una brecha, aparece otra, más sofisticada. Antes era de acceso a la tecnología, luego es de uso, cómo le saco provecho. (...) Por eso no hay que dormirse en los laureles y hay que seguir tratando de nivelar las brechas cada vez más sofisticadas que se van creando”.
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